lunes, 30 de abril de 2007
sábado, 28 de abril de 2007
Es un órgano muy pequeño y evolutivamente muy antiguo. Dependiendo del tamaño de éste (no debe confundirse con las amígdalas de la garganta), estarán dados los atributos del carácter de la persona en lo que a tales emociones se refiere.
Si presenta una atrofia, el sujeto experimentará dificultades para reconocer un peligro; en tanto que si padece una hipertrofia, la persona propenderá a la violencia y a la agresión.
Hoy en día, en el campo neurobiológico, existen aparatos capaces de detectar la actividad de la amígdala cerebral, conocidos con el nombre de escáner TEP.
De hecho, permiten detectar objetivamente el coeficiente de las emociones en cada lado de su amígdala.
La amígdala se ha relacionado con el recuerdo de las experiencias emocionales y de las emociones.
jueves, 26 de abril de 2007

martes, 17 de abril de 2007

Hay diferentes estructuras cerebrales que se relacionan con las emociones:
-controla estructuras del tronco del encéfalo y del hipotálamo.
-conductas reflejas como sustos o la parálisis por miedo.
*núcleo lateral/basolateral (recibe información sensorial primaria y de asociación del tálamo y de la formación hipocampal y la envía al núcleo estriado ventral (accumbens) y a la corteza prefrontal.
*núcleo central (envía información al hipotálamo, al mesencéfalo, a la protuberancia y al bulbo raquídeo? Expresa los componentes fisiológicos de las emociones y es básico para el aprendizaje condicionado aversivo.)
*núcleo basal (recibe información de todos los núcleos anteriores) La información sensorial de la corteza sensorial del tálamo llega a la amígdala lateral/basolateral y basalluego la información va a la central y de ahí hay dos posibles vías:
La vía de la estria terminal que va al hipotálamo y al estriado ventral y produce activación simpática
La vía amigdalofugal ventral que va al tronco del encéfalo y activa el nervio facial y expresa miedo.
En caso de emociones negativas se produce una activación bilateral de la amígdala y además se hace una evaluación consciente del contexto. Si en cambio se hace una evaluación rápida, inconsciente y emocional del estímulo se activa sólo la parte derecha.
En caso de estímulos llamativos se activa sólo la parte izquierda de la amígdala. También se activará en caso de que tengamos que hacer juicios sociales complejos y evaluaciones sobre la confianza que nos inspira un rostro.
En caso de emociones positivas se activa la amígdala y la corteza orbitofrontal.
Las lesiones en la amígdala suelen producir una falta de expresión de las emociones.
Por ejemplo: El síndrome de Klüver-Bucyhay una lesión bilateral del lóbulo temporal y se produce hiperoralidad (chuparlo todo), hipersexualidad, agnosia visual, disminuye la conducta emocional.
El síndrome d'Urbach-Wiethe es una patología genética donde la amígdala degenera hacia los 20 años. Produce déficits emocionales, déficits para valorar una emoción a partir de una expresión facial, no hay respuesta de susto, no reconoce la expresión facial de miedo, no hacen distinción entre recuerdos emocionales y neutrales.
A estas personas se les hace hacer la Gambling Task (escoger cartas donde pueden ganar mucho o perder mucho) y se ve que se arriesgan mucho más que las demás ya que sus marcadores somáticos (respuestas fisiológicas que se producen cuando se experimenta emoción) no les avisan del “peligro” por tanto no temen perder.
domingo, 15 de abril de 2007
En este sentido, Lee et al. (1998) informaron que la extirpación bilateral de la amígdala reducía el número de episodios agresivos en dos pacientes que padecían una agresividad intratable farmacológicamente aunque, no obstante,continuaban presentando dificultades para controlar algunos de estos episodios, y una disminución del arousal vegetativo.
El hecho de que la lesión bilateral de la amígdala produjese un efecto tanto de docilidad y sosiego como una reducción en el nivel de activación vegetativo, es interpretado en el sentido de considerar a la amígdala como una estructura encargada de mediar estos efectos en humanos.
También se ha visto que la lesión amigdalina produce una alteración del reconocimiento de expresiones faciales emocionales (Young et al., 1995), reduciendo la capacidad de los pacientes para identificar tanto la emoción de miedo como su intensidad en imágenes de caras humanas (Adolphs et al., 1994; 1995. Para una revisión ver Adolphs, 2002).
Por otra parte, aunque los resultados no son concluyentes, se ha sugerido que la amígdala podría participar en el reconocimiento de la prosodia emocional (Torras, Portell y Morgado,2001). En este sentido, el trabajo de Scott et al. (1997) muestra que la lesión bilateral de la amígdala produce una alteración en la identificación del tono emocional, particularmente de las expresiones verbales de ira y de miedo. Pero, sin embargo, estos hallazgos no han sido replicados sistemáticamente.
Un ejemplo de ello lo encontramos en el estudio llevado a cabo por Adolphs y Tranel (1999) quienes no encontraron una participación de la amígdala en la identificación del tono emocional en la prosodia.
Los estudios con pacientes con lesión amigdalina también han puesto de manifiesto la implicación de esta estructura en el condicionamiento emocional.
A este respecto, Bechara et al., (1995), empleando la respuesta electrodérmica en un paradigma de miedo condicionado similar al utilizado en la investigación animal, observan que en los pacientes con lesión bilateral de la amígdala se produce un bloqueo completo en la capacidad para adquirir respuestas electrodérmicas condicionadas a un estímulo de sobresalto.
Este hecho sugiere que la amígdala, no siendo la estructura responsable de la aparición de la respuesta electrodérmica, tal y como demostraron Tranel y Damasio (1989), es esencial para el condicionamiento emocional.
En este sentido, la amígdala podría ser vista como una estructura necesaria para que pueda producirse una asociación entre los estímulos sensoriales y el afecto.
Además, puesto que el condicionamiento emocional no se bloquea completamente tras la lesión unilateral de la amígdala (LaBar et al., 1995), puede pensarse que ambas amígdalas se encuentran implicadas en este proceso de aprendizaje emocional.
Dentro del ámbito psicofisiológico, otros autores (p.e., Angrilli et al.. 1996; Bradley et al.2001 y Lang, Bradley y Cuthbert, 1997, 1999) han empleando como índice de medida la modulación emocional el parpadeo reflejo de sobresalto, índice este que se ha configurado en los últimos años como una medida muy sensible para el estudio de la emoción (Bradley et al. 2001). Lang et al. (1997, 1999) demostraron experimentalmente que durante la visión de imágenes de contenido afectivo agradable, la magnitud de la respuesta de parpadeo reflejo de sobresalto, es menor que cuando se está visualizando una imagen de contenido neutro y, por el contrario, cuando se está visualizando una imagen de contenido afectivo desagradable la magnitud de dicha respuesta es mayor que ante la visualización de imágenes neutras y agradables.
Es precisamente esta especial sensibilidad para discriminar entre estímulos agradables, neutros y desagradables lo que ha permitido que esta técnica se esté introduciendo de manera importante en el estudio de la emoción.
Los primeros autores en emplear esta técnica en pacientes con daño cerebral fueron Angrilli et al. (1996), quienes observaron una ausencia de la potenciación del reflejo de sobresalto ante estímulos de carga emocional desagradable en un paciente con lesión amigdalina.
Más recientemente,Buchanan, Tranel y Adolphs (2004) han corroborado estos datos empleando el mismo paradigma en una muestra de pacientes con lesión en esta estructura.
En general, los resultados de los estudios que utilizan la modulación emocional del parpadeo reflejo de sobresalto indican que la lesión amigdalina bloquea la potenciación de dicha respuesta ante estímulos de miedo y asco, lo que es una prueba más de la participación de la amígdala en el control emocional.
En cuanto a la participación diferencial de la amígdala derecha e izquierda en la función emocional, se ha sugerido la existencia de una posible asimetría.
A la amígdala izquierda se le ha relacionado con la codificación y extracción de las características estimulares de la emoción así como con los procesos del lenguaje emocional, mientras que la amígdala derecha se encontraría implicada en los mecanismos de recuperación de la información emocional, especialmente la de tipo visual (Markowitsch, 1998).
Pero el hecho de que no siempre se haya encontrado esta lateralización en pacientes con lesiones amigdalinas unilaterales ha llevado a sugerir que no existe una especialización lateralizada de la función emocional en las amígdalas, sino más bien que ambas contribuyen del mismo modo en los procesos emocionales y de condicionamiento (Peper et al., 2001).
De los estudios realizados con pacientes con lesión amigdalina se desprende que esta estructura es necesaria para la asociación de estímulos sensoriales con el afecto, para la generación de distintas emociones, especialmente de tipo desagradable o negativo (como el miedo, la ira o el asco), así como para mediar el nivel de arousal vegetativo e identificar las expresiones faciales emocionales.
Identificación de la participación de la amígdala en la conducta emocional
mediante el empleo de técnicas de neuroimagen funcional.
En estudios con sujetos neurológicamente normales en los que se han empleado técnicas de neuroimagen funcional, se ha observado que la amígdala se activa durante la respuesta de miedo condicionado (LaBar et al. 1995), durante el procesamiento de caras emocionales (Morris et al.,1996) y durante la visión de imágenes de contenido desagradable (Lane et al., 1997b).
En este sentido, en el estudio de Morris et al.(1996), en el que los sujetos observaban caras con contenido emocional, se identificó una activación diferencial de la amígdala, obtenida mediante Tomografía por Emisión de Positrones (PET), en función del tipo de emoción que expresaban las caras.
La mayor activación ante expresiones de miedo se producía en la amígdala izquierda y la corteza periamigdalina.
Recientemente, Sato et al., (2004) han encontrado una relación similar, pero en este caso con la emoción de ira.
Por su parte, Tabert et al., (2001), en un estudio en el que registraban la actividad amigdalina mediante resonancia magnética nuclear funcional (RMNf) durante una tarea en la que los sujetos tenían que seleccionar cuál de entre tres palabras era la más desagradable o la más neutra, encontraron mayor activación de la amígdala derecha durante la evaluación de las palabras desagradables.
Además,estos autores observaron una mayor activación de la corteza occipital ante las palabras emocionales que correlacionaba con la activación de la amígdala, por lo que los autores sugirieron que este hecho podría deberse a la modulación emocional ejercida por la amígdala sobre esta región cortical, resultado éste que también se ha observado empleando otros estímulos de contenido afectivo, como imágenes (Lane et al., 1997b; Lang et al., 1998b).
En otros trabajos en los que se han empleado estímulos pertenecientes a otras modalidades sensoriales, en concreto la auditiva, también se ha hallado una activación amigdalina ante la presentación de estímulos con carga emocional.
Sander y Scheich (2001) observan que los estímulos auditivos de risa y llanto producen activación amigdalina, siendo mayor dicha activación en la amígdala derecha que en la izquierda para ambos tipos de estímulos.
En general, los resultados obtenidos mediante técnicas de neuroimagen funcional indican que la amígdala, por lo menos ante estímulos aversivos, interviene de forma significativa en el procesamiento de los mismos, no siendo posible, al menos en la actualidad, poder atribuir con cierta certeza una especialización lateralizada a cada amígdala.
Tomados en conjunto, los resultados procedentes tanto de estudios de pacientes con lesiones amigdalinas como de estudios de neuroimagen funcional en sujetos normales parecen indicar que la amígdala se encuentra implicada en el procesamiento de la información emocional, especialmente de la información emocional exteroceptiva, con independencia de la modalidad sensorial de la misma (Lane et al.,1997a; Reiman et al., 1997; Sander y Scheich,2001; Tabert et al., 2001).
Así mismo, aunque en algunos trabajos se sugiere la participación diferencial de cada amígdala en el procesamiento de estímulos con diferente carga emocional, no existe por el momento un consenso.
Lo que sí parece estar bastante claro es que la amígdala es necesaria para responder de un modo estereotipado y universal a los estímulos que engendran o señalan peligro, siendo su finalidad la de preparar al organismo de forma rápida para entrar en acción, sin necesidad de que éste deba realizar un procesamiento cognitivo complejo
No obstante, la consideración de que el hipotálamo desempeña una función clave en el inicio de la respuesta de defensa ha sido cuestionada.
Así, en los trabajos de Bandler (1982) y Bandler y McCulloch (1984), por ejemplo, se observa que la inyección de glutamato en el cerebro medio provoca la aparición de la respuesta de defensa, mientras que la estimulación del hipotálamo mediante este agente neuroquímico no la provoca, lo que lleva a estos autores a sugerir que la respuesta de defensa se encuentra mediada por eferencias hacia la sustancia gris central provenientes de otras regiones distintas al hipotálamo, en concreto de la amígdala. Como veremos a continuación, es la amígdala y no el hipotálamo la estructura implicada en el inicio de la respuesta de defensa, mientras que el hipotálamo constituye la estructura responsable de los cambios vegetativos que acompañan a la emoción, pero no de su inicio.
jueves, 12 de abril de 2007

miércoles, 11 de abril de 2007

Gratificante labor Andrés Aguilar, fundador y promotor de alegría de los Médicos de la Risa, organización civil sin fines de lucro que opera desde 1999 en el país, comentó a este diario que visitar niños hospitalizados y hacer gala del "arte de la nariz roja" es una actividad sumamente gratificante no sólo para el niño, sino también para los casi 300 galenos de la risa que colaboran en la asociación. LA ALEGRIA LA MEJOR MEDICINA En entrevista explicó que la "alegría es la mejor medicina", pues científicamente se ha comprobado que la risa genera endorfinas, el analgésico natural del cuerpo, y aumenta los niveles de células T, las cuales defienden al organismo del desarrollo de tumores y de infecciones virales. Por ello las visitas de esos galenos a los nosocomios del sector público "desdramatizan el ambiente" y contribuyen a la mejoría del menor. "A nosotros no nos es de relevancia si el niño sólo se machucó un dedo o está en fase terminal de alguna enfermedad, si tiene dinero o no; nos basta con promover la alegría en las personas que se encuentran en vulnerabilidad", sostuvo Aguilar, quien es comunicólogo y en 1996 se graduó en la universidad de payasos de Florida. Los Médicos de la Risa empezarán a visitar también asilos de ancianos en el DF y se extenderán su presencia a otros estados del país (ya la hay, aunque escasa, en Cancún y Monterrey, indicó, al subrayar que estos galenos no son necesariamente médicos, sino que hay de todo: "desde amas de casa hasta entretenedores profesionales y profesionistas de todos los colores y sabores, que como única paga a su acción voluntaria reciben la sonrisa de los niños, que aflora cuando el arte de la nariz roja llega en su ambulancha. No por nada el mes pasado visitaron a 2 mil 173 menores". BENEFICIOS DE LA RISA Según estudios del siquiatra estadunidense William Fry, cinco minutos de risa equivalen a 45 de ejercicio ligero, y lo que se conoce como morirse de la risa dista mucho de llevar a la tumba; por el contrario, proporciona un masaje vibratorio a todo el cuerpo, elimina toxinas y reduce los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol y la epinefrina, además de que favorece la agilidad mental, gracias a la descarga de dopamina, y genera un efecto calmante del hambre y la ansiedad debido a la estimulación de la serotonina. Ante estos beneficios los expertos consideran que son pequeñeces aspectos como que a más risa más arrugas, porque también los ceños fruncidos las originan, así que "más vale una arruga obtenida a fuerza de risa". Además, los estudios apuntan que "un rostro siempre alegre aparenta menos edad de la que se tiene debido a que las mejillas se relajan, pero sobre todo la vida se ve de forma más optimista. Entonces no cabe duda que bien vale correr el riesgo de las arrugas alrededor de los ojos, más aun cuando la industria cosmética ha elaborado productos que las atenúan". ENTRE MAS ESPONTANEA MEJOR Asimismo se sabe que, mientras más espontáneas son las risas, mejor efecto tienen. La risa es, "más que un estado de ánimo, una realidad bioquímica que genera respuestas tales como duplicar la rapidez del pulso, bajar la presión sanguínea, incrementar la concentración de colágeno, tonificar y relajar los músculos, mientras en el aspecto sicológico facilita la comunicación, pues obliga a estar en contacto con otras personas, y eleva la autoestima y la confianza en personas deprimidas". No por nada un hombre de la talla de Erasmo de Rotterdam afirmaba que "reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos". Nietzsche aseveraba que "el poder intelectual de un hombre se mide por el humor que es capaz de utilizar", mientras Oscar Wilde sostenía que "la vida es demasiado importante para tomársela en serio".
martes, 10 de abril de 2007



UN GRAN MATERIAL EN NUESTRO CEREBRO
LAS NEURONAS ESPEJO
Recientemente, los científicos han hallado que dentro de nuestras cabezas existe un material que seguramente cambiará las teorías del pensamiento más avanzadas que se tenían hasta la fecha.
Ese material misterioso se denomina neuronas espejo, y son ellas las que nos permiten habilidades importantísimas. Por ejemplo, nos dan la posibilidad de intuir las intenciones de otros individuos, así como sentir el dolor de otros, literalmente hablando.
Al parecer, la primera noticia que se tuvo de estas neuronas fue en 1992 en Italia, cuando biólogos de la Universidad de Parma examinaban la masa encefálica de algunos macacos.
Los estudios sobre ellas fueron avanzando, hasta que los especialistas descubrieron que el simple hecho de planear algún movimiento o de observar como éste se lleva a cabo por alguien más, hace que las neuronas espejo se pongan en marcha siempre de la misma manera.
El cerebro humano cuenta también con neuronas espejo y ahora éstas comienzan a explicar muchos enigmas antes sin solución.
Por ejemplo, las neuronas espejo son las que nos permiten comprender las intenciones de otros individuos, lo que es una habilidad social esencial, porque también nos permiten predecir el comportamiento de otros antes de que ocurra.
En otras palabras, estas neuronas son las que nos permiten la interacción social, pues hacen corresponder lo que otros hacen y sienten, con lo que nosotros hacemos y sentimos.
No sólo observamos una acción, también experimentamos lo que sienten los demás al llevarla a cabo, y las neuronas espejo recrean en nosotros mismos la experiencia de los demás.
En términos más coloquiales, son ellas las que nos permiten “ponernos en los zapatos de los demás”, lo que es el fundamento nervioso de la empatía.
Y como te imaginarás, de esa empatía surge toda una gama de experiencias trascendentes para nuestra vida, como la amistad, el amor, la solidaridad, el compañerismo, etcétera.
Las investigaciones hechas indican que estas neuronas se encuentran conectadas con la región que regula las emociones en el cerebro, es decir, el sistema linfático.
Cuando las neuronas espejo de un individuo se ponen en marcha, debido a una situación refleja ocasionada por otro individuo, hacen surgir los sentimientos de empatía.
Actualmente se están realizando más estudios de estos fantásticos elementos que nos permiten convivir con los demás. Muy pronto te daremos más noticias sobre las neuronas espejo.

