lunes, 30 de abril de 2007

LA PSICONEUROINMUNOLOGIA
La psiconeuroinmunología (PNI) trata de la autoregulación psicofisiológica del organismo, se dedica al estudio de los mecanismos de interacción y comunicación entre la mente y los tres sistemas responsables de mantener la homeostasis del organismo: el sistema nervioso, el inmune y el endocrino.
Esta comunicación utiliza un lenguage bioquímico a través de sustancias producidas por los propios sistemas, tales como: hormonas, neurotransmisores y citoquinas.
Hoy en día, están definitivamente establecidas tanto la correlación que existe entre el estrés -físico o emocional- y el funcionamiento del sistema inmunológico, como la que vincula el estrés con el desarrollo de cáncer:- Eventos estresantes procesados a través del sistema de creencias propio de cada individuo, pueden generar sentimientos negativos de cólera, rabia, depresión, indefensión y desesperanza.-
Estas actitudes y emociones activan mecanismos bioquímicos, a nivel del hipotálamo, hipófisis y glándulas suprarrenales, que conllevan a una supresión de la respuesta inmune, haciendo entonces posible la aparición del cáncer y otras enfermedades.-
Si el sistema nervioso central y la mente, que controlan nuestras emociones, actitudes y creencias, pueden influir tan directamente sobre el sistema inmunológico, debe ser posible entonces restablecer el funcionamiento óptimo del sistema inmune modificando nuestras creencias y emociones negativas.
- Está demostrado científicamente que terapias psicológicas, nutricionales, corporales y espirituales de apoyo, como las que ofrecemos en nuestros programas, redundan en un alto beneficio emocional y fisiológico para la recuperación de diversas patologías, que van desde el cancer, hasta las enfermedades cardiovasculares, pasando por el dolor, el estrés, la depresión y el SIDA, al aumentar las defensas inmunológicas del organismo (Maticek, 1988; Simonton, 1981; Siegel, 1984; Chopra, 1989, Ornish, 1990 ; Spiegel, 1983; Solomon, 1993 ).
- Ofreciéndole a los pacientes formas adicionales de luchar contra la enfermedad, ellos se convierten en protagonistas de su propio proceso de sanación, aumentando considerablemente de esta manera sus posibilidades de recuperación.
- Nuestra Fundación está comprometida con la investigación de las herramientas y metodologías terapéuticas que permitan revertir el proceso de enfermedad en proceso de autosanación.

sábado, 28 de abril de 2007

LA AMIGDALA CEREBRAL
La amígdala cerebral es un grupo de neuronas con forma de almendra situado en el lóbulo temporal del cerebro, en el área encefálica llamada sistema límbico, contigua al hipocampo.
Se la vincula a las emociones, principalmente al miedo y la agresión.
También está asociada al recuerdo de las experiencias emocionales y de las emociones en general.

Es un órgano muy pequeño y evolutivamente muy antiguo. Dependiendo del tamaño de éste (no debe confundirse con las amígdalas de la garganta), estarán dados los atributos del carácter de la persona en lo que a tales emociones se refiere.

Si presenta una atrofia, el sujeto experimentará dificultades para reconocer un peligro; en tanto que si padece una hipertrofia, la persona propenderá a la violencia y a la agresión.

Hoy en día, en el campo neurobiológico, existen aparatos capaces de detectar la actividad de la amígdala cerebral, conocidos con el nombre de escáner TEP.

De hecho, permiten detectar objetivamente el coeficiente de las emociones en cada lado de su amígdala.

La amígdala se ha relacionado con el recuerdo de las experiencias emocionales y de las emociones.

jueves, 26 de abril de 2007

TESTIMONIO
ESTUDIO CEREBRAL
CRANEO - VISTA INFERIOR
NEUROESTIMULACION
LA DOPAMINA
La dopamina es un neurotransmisor involucrado en funciones como:
- El pensamiento,
- la toma de decisiones
- el movimiento corporal.
- También participa en la exaltación del ánimo,
- en la activación comportamental,
- en la conducta agresiva y
- en la conducta sexual.
Las neuronas dopaminérgicas tienen su soma (cuerpo) en varios núcleos ubicados en una porción del tallo cerebral llamada mesencéfalo.
Estos núcleos se denominan área tegmental ventral y sustancia negra.
Estas neuronas poseen axones que se proyectan a diferentes regiones cerebrales como:

1) los ganglios basales (striatum) que tienen que ver con la modulación de los movimientos corporales y que se ve comprometido en la enfermedad de Parkinson (sistema nigroestriatal).
2) el sistema límbico relacionado con la expresión y experimentación de sentimientos y emociones (sistema mesolímbico).
3) la corteza cerebral, involucrada en el pensamiento y control de las emociones (sistema mesocortical)
Adicionalmente, las vías dopaminérgicas hacen parte del sistema tuberoinfundibular que permite la interrelación de estructuras encefálicas con el sistema endocrino a través de neuronas que van desde el hipotálamo hasta la hipófisis.
La dopamina es sintetizada a partir de la fenilalanina de la dieta, que luego de ser transformada en tirosina, es incorporada en las terminales nerviosas y convertida en L-dopa. La L-dopa, a su vez, es convertida a dopamina por la enzima dopadescarboxilasa en las vesículas presinápticas.
La dopamina se une a varios tipos de receptores: D1-D5.
Para tener en cuenta: Los receptores D5 son similares en su mecanismo de acción a los D1, y los receptores D3 y D4 a los D2.
La unión de la dopamina a sus receptores es rápida y corta.
Los receptores D1 son responsables de mantener a los receptores D2 en un estado de desensibilización.
Este control parece estar perdido en los trastornos psicóticos.
En esquizofrenia no se han llevado a cabo estudios para evaluar el potencial efecto antipsicótico de agonistas D1.
Los receptores D2 se encuentran en gran cantidad a nivel del sistema límbico, los ganglios basales y la hipófisis.
Son bloqueados por la mayoría de antipsicóticos clásicos como el Haloperidol, lo que explica los efecto adversos producidos por estos medicamentos: apatía, extrapiramidalismo y galactorrea, respectivamente.
Los antipsicóticos atípicos como la Clozapina y la Olanzapina tienen 3 a 10 veces menor apetencia por receptores D2 que el Haloperidol.
Los receptores D3 se localizan en forma casi selectiva en áreas límbicas.
Los receptores D4 se han encontrado en gran cantidad en los tejidos cerebrales de pacientes esquizofrénicos.
La Clozapina interactúa con el receptor D4 en una proporción 10 veces mayor que con el receptor D2.
Los receptores D5 tienen un perfil de unión similar al de los receptores D1.
AMIGDALA CEREBRAL

martes, 17 de abril de 2007

PSICONEUROINMUNOLOGIA
CEREBRO EMOCIONAL

Hay diferentes estructuras cerebrales que se relacionan con las emociones:

AMÍGDALA:
Es integrante de los tres componentes (conduct., autonóm. y hormonal) sobretodo en emociones negativas.
FUNCIONES
-expresión de emociones
-aprendizaje emocional
-respuestas emocionales innatas y condicionadas
-libera hormonas

-controla estructuras del tronco del encéfalo y del hipotálamo.

-conductas reflejas como sustos o la parálisis por miedo.

-se activa cuando reconoce la expresión facial de miedo.
-en caso de estímulos amenazantes aumentará la actividad neural y se liberará proteína Fos en la amígdala.
-si se estimula eléctrica o químicamente hay un aumento en la respuesta de miedo.
La amígdala se compone de varios núcleos en el lóbulo temporal, delante del hipocampo.
Algunos de estos núcleos son:
*Núcleo medial (recibe aferencias sensoriales y envia la información al prosencéfalo medial y al hipotálamo)

*núcleo lateral/basolateral (recibe información sensorial primaria y de asociación del tálamo y de la formación hipocampal y la envía al núcleo estriado ventral (accumbens) y a la corteza prefrontal.

*núcleo central (envía información al hipotálamo, al mesencéfalo, a la protuberancia y al bulbo raquídeo? Expresa los componentes fisiológicos de las emociones y es básico para el aprendizaje condicionado aversivo.)

*núcleo basal (recibe información de todos los núcleos anteriores) La información sensorial de la corteza sensorial del tálamo llega a la amígdala lateral/basolateral y basalluego la información va a la central y de ahí hay dos posibles vías:

La vía de la estria terminal que va al hipotálamo y al estriado ventral y produce activación simpática

La vía amigdalofugal ventral que va al tronco del encéfalo y activa el nervio facial y expresa miedo.

En caso de emociones negativas se produce una activación bilateral de la amígdala y además se hace una evaluación consciente del contexto. Si en cambio se hace una evaluación rápida, inconsciente y emocional del estímulo se activa sólo la parte derecha.

En caso de estímulos llamativos se activa sólo la parte izquierda de la amígdala. También se activará en caso de que tengamos que hacer juicios sociales complejos y evaluaciones sobre la confianza que nos inspira un rostro.

En caso de emociones positivas se activa la amígdala y la corteza orbitofrontal.

Las lesiones en la amígdala suelen producir una falta de expresión de las emociones.

Por ejemplo: El síndrome de Klüver-Bucyhay una lesión bilateral del lóbulo temporal y se produce hiperoralidad (chuparlo todo), hipersexualidad, agnosia visual, disminuye la conducta emocional.

El síndrome d'Urbach-Wiethe es una patología genética donde la amígdala degenera hacia los 20 años. Produce déficits emocionales, déficits para valorar una emoción a partir de una expresión facial, no hay respuesta de susto, no reconoce la expresión facial de miedo, no hacen distinción entre recuerdos emocionales y neutrales.

A estas personas se les hace hacer la Gambling Task (escoger cartas donde pueden ganar mucho o perder mucho) y se ve que se arriesgan mucho más que las demás ya que sus marcadores somáticos (respuestas fisiológicas que se producen cuando se experimenta emoción) no les avisan del “peligro” por tanto no temen perder.

domingo, 15 de abril de 2007

LA AMIGDALA
Y LA CONDUCTA EMOCIONAL
De todas las estructuras subcorticales, la amígdala es la que se ha relacionado de un modo más consistente con la emoción, tanto en animales como en humanos (LeDoux, 1993).
La identificación de la amígdala como una región relacionada con la emoción se inicia a partir de los trabajos, ya clásicos, realizados en monos por Klüver y Bucy (1937, 1939).
Estos estudios mostraron que tras la extirpación bilateral del lóbulo temporal anterior en estos animales provocaba reacciones de ira, miedo, mansedumbre,hiperoralidad, cambios en los hábitos alimenticios e hipersexualidad.
Fue algunos años más tarde cuando Weiskrantz (1956) atribuyó dichos cambios a la lesión de la amígdala.

Funcionalmente, la amígdala está considerada como una estructura esencial para el procesamiento emocional de las señales sensoriales, ya que recibe proyecciones de todas las áreas de asociación sensorial.
Es esta convergencia de proyecciones anatómicas la que sitúa a la amígdala como la estructura responsable para la formación de asociaciones entre los estímulos y el refuerzo o el castigo (Jones y Mishkin, 1972; Rolls, 1986).
Además de las proyecciones corticales procedentes de las distintas áreas de asociación sensorial, la amígdala también recibe aferencias talámicas (Le Doux,1987).
Este conjunto de proyecciones, tanto talámicas como corticales, hacia la amígdala es lo que posibilita que se dote de un significado afectivo a las características estimulares.
Mediante las conexiones tálamo-amigdalinas se producirá un procesamiento del significado afectivo de las características estimulares sensoriales muy simples (ej. un pitido o un flah luminoso), mientras que a través de las conexiones tálamo-corticales se produciría el procesamiento estimular complejo sin componentes afectivos.
Por el contrario, mediante las conexiones córtico-amigdalinas se dota a la información compleja, elaborada en corteza, del componente emocional.
El orden temporal en el que tiene lugar la activación de cada una de estas proyecciones es diferente, sugiriéndose que puesto que la vía tálamo-amigdalina es más corta y se activa antes que la tálamo-cortical, las características estimulares más simples activarían previamente los circuitos emocionales amigdalinos, preparando a esta estructura para recibir la información más compleja y elaborada procedente de la corteza y, entonces, dotarla de su componente emocional (LeDoux, 1989).
En humanos, la participación de la amígdala en la conducta emocional se ha estudiado a partir tanto de pacientes con afectación amigdalina como de sujetos neurológicamente normales mediante el empleo de técnicas de neuroimagen funcional.
A continuación presentamos la información proporcionada por cada uno de estos métodos.

Identificación de la participación de la amígdala
en la conducta emocional mediante el estudio
de pacientes con afectación cerebral.

La extirpación de la amígdala se ha empleado en humanos con fines terpeúticos, en concreto para reducir la agresividad, violencia e hiperactividad (Aggleton y Mishkin, 1986).
Tras la extirpación de esta estructura es más difícil provocar miedo y agresividad en el paciente, apareciendo una disminución significativa de la hiperactividad, la cual alcanza niveles similares a los observados en sujetos normales, y un aumento del control emocional (Halgren, 1981).

En este sentido, Lee et al. (1998) informaron que la extirpación bilateral de la amígdala reducía el número de episodios agresivos en dos pacientes que padecían una agresividad intratable farmacológicamente aunque, no obstante,continuaban presentando dificultades para controlar algunos de estos episodios, y una disminución del arousal vegetativo.

El hecho de que la lesión bilateral de la amígdala produjese un efecto tanto de docilidad y sosiego como una reducción en el nivel de activación vegetativo, es interpretado en el sentido de considerar a la amígdala como una estructura encargada de mediar estos efectos en humanos.

También se ha visto que la lesión amigdalina produce una alteración del reconocimiento de expresiones faciales emocionales (Young et al., 1995), reduciendo la capacidad de los pacientes para identificar tanto la emoción de miedo como su intensidad en imágenes de caras humanas (Adolphs et al., 1994; 1995. Para una revisión ver Adolphs, 2002).

Por otra parte, aunque los resultados no son concluyentes, se ha sugerido que la amígdala podría participar en el reconocimiento de la prosodia emocional (Torras, Portell y Morgado,2001). En este sentido, el trabajo de Scott et al. (1997) muestra que la lesión bilateral de la amígdala produce una alteración en la identificación del tono emocional, particularmente de las expresiones verbales de ira y de miedo. Pero, sin embargo, estos hallazgos no han sido replicados sistemáticamente.

Un ejemplo de ello lo encontramos en el estudio llevado a cabo por Adolphs y Tranel (1999) quienes no encontraron una participación de la amígdala en la identificación del tono emocional en la prosodia.

Los estudios con pacientes con lesión amigdalina también han puesto de manifiesto la implicación de esta estructura en el condicionamiento emocional.

A este respecto, Bechara et al., (1995), empleando la respuesta electrodérmica en un paradigma de miedo condicionado similar al utilizado en la investigación animal, observan que en los pacientes con lesión bilateral de la amígdala se produce un bloqueo completo en la capacidad para adquirir respuestas electrodérmicas condicionadas a un estímulo de sobresalto.

Este hecho sugiere que la amígdala, no siendo la estructura responsable de la aparición de la respuesta electrodérmica, tal y como demostraron Tranel y Damasio (1989), es esencial para el condicionamiento emocional.

En este sentido, la amígdala podría ser vista como una estructura necesaria para que pueda producirse una asociación entre los estímulos sensoriales y el afecto.

Además, puesto que el condicionamiento emocional no se bloquea completamente tras la lesión unilateral de la amígdala (LaBar et al., 1995), puede pensarse que ambas amígdalas se encuentran implicadas en este proceso de aprendizaje emocional.

Dentro del ámbito psicofisiológico, otros autores (p.e., Angrilli et al.. 1996; Bradley et al.2001 y Lang, Bradley y Cuthbert, 1997, 1999) han empleando como índice de medida la modulación emocional el parpadeo reflejo de sobresalto, índice este que se ha configurado en los últimos años como una medida muy sensible para el estudio de la emoción (Bradley et al. 2001). Lang et al. (1997, 1999) demostraron experimentalmente que durante la visión de imágenes de contenido afectivo agradable, la magnitud de la respuesta de parpadeo reflejo de sobresalto, es menor que cuando se está visualizando una imagen de contenido neutro y, por el contrario, cuando se está visualizando una imagen de contenido afectivo desagradable la magnitud de dicha respuesta es mayor que ante la visualización de imágenes neutras y agradables.

Es precisamente esta especial sensibilidad para discriminar entre estímulos agradables, neutros y desagradables lo que ha permitido que esta técnica se esté introduciendo de manera importante en el estudio de la emoción.

Los primeros autores en emplear esta técnica en pacientes con daño cerebral fueron Angrilli et al. (1996), quienes observaron una ausencia de la potenciación del reflejo de sobresalto ante estímulos de carga emocional desagradable en un paciente con lesión amigdalina.

Más recientemente,Buchanan, Tranel y Adolphs (2004) han corroborado estos datos empleando el mismo paradigma en una muestra de pacientes con lesión en esta estructura.

En general, los resultados de los estudios que utilizan la modulación emocional del parpadeo reflejo de sobresalto indican que la lesión amigdalina bloquea la potenciación de dicha respuesta ante estímulos de miedo y asco, lo que es una prueba más de la participación de la amígdala en el control emocional.

En cuanto a la participación diferencial de la amígdala derecha e izquierda en la función emocional, se ha sugerido la existencia de una posible asimetría.

A la amígdala izquierda se le ha relacionado con la codificación y extracción de las características estimulares de la emoción así como con los procesos del lenguaje emocional, mientras que la amígdala derecha se encontraría implicada en los mecanismos de recuperación de la información emocional, especialmente la de tipo visual (Markowitsch, 1998).

Pero el hecho de que no siempre se haya encontrado esta lateralización en pacientes con lesiones amigdalinas unilaterales ha llevado a sugerir que no existe una especialización lateralizada de la función emocional en las amígdalas, sino más bien que ambas contribuyen del mismo modo en los procesos emocionales y de condicionamiento (Peper et al., 2001).

De los estudios realizados con pacientes con lesión amigdalina se desprende que esta estructura es necesaria para la asociación de estímulos sensoriales con el afecto, para la generación de distintas emociones, especialmente de tipo desagradable o negativo (como el miedo, la ira o el asco), así como para mediar el nivel de arousal vegetativo e identificar las expresiones faciales emocionales.

Identificación de la participación de la amígdala en la conducta emocional

mediante el empleo de técnicas de neuroimagen funcional.

En estudios con sujetos neurológicamente normales en los que se han empleado técnicas de neuroimagen funcional, se ha observado que la amígdala se activa durante la respuesta de miedo condicionado (LaBar et al. 1995), durante el procesamiento de caras emocionales (Morris et al.,1996) y durante la visión de imágenes de contenido desagradable (Lane et al., 1997b).

En este sentido, en el estudio de Morris et al.(1996), en el que los sujetos observaban caras con contenido emocional, se identificó una activación diferencial de la amígdala, obtenida mediante Tomografía por Emisión de Positrones (PET), en función del tipo de emoción que expresaban las caras.

La mayor activación ante expresiones de miedo se producía en la amígdala izquierda y la corteza periamigdalina.

Recientemente, Sato et al., (2004) han encontrado una relación similar, pero en este caso con la emoción de ira.

Por su parte, Tabert et al., (2001), en un estudio en el que registraban la actividad amigdalina mediante resonancia magnética nuclear funcional (RMNf) durante una tarea en la que los sujetos tenían que seleccionar cuál de entre tres palabras era la más desagradable o la más neutra, encontraron mayor activación de la amígdala derecha durante la evaluación de las palabras desagradables.

Además,estos autores observaron una mayor activación de la corteza occipital ante las palabras emocionales que correlacionaba con la activación de la amígdala, por lo que los autores sugirieron que este hecho podría deberse a la modulación emocional ejercida por la amígdala sobre esta región cortical, resultado éste que también se ha observado empleando otros estímulos de contenido afectivo, como imágenes (Lane et al., 1997b; Lang et al., 1998b).

En otros trabajos en los que se han empleado estímulos pertenecientes a otras modalidades sensoriales, en concreto la auditiva, también se ha hallado una activación amigdalina ante la presentación de estímulos con carga emocional.

Sander y Scheich (2001) observan que los estímulos auditivos de risa y llanto producen activación amigdalina, siendo mayor dicha activación en la amígdala derecha que en la izquierda para ambos tipos de estímulos.

En general, los resultados obtenidos mediante técnicas de neuroimagen funcional indican que la amígdala, por lo menos ante estímulos aversivos, interviene de forma significativa en el procesamiento de los mismos, no siendo posible, al menos en la actualidad, poder atribuir con cierta certeza una especialización lateralizada a cada amígdala.

Tomados en conjunto, los resultados procedentes tanto de estudios de pacientes con lesiones amigdalinas como de estudios de neuroimagen funcional en sujetos normales parecen indicar que la amígdala se encuentra implicada en el procesamiento de la información emocional, especialmente de la información emocional exteroceptiva, con independencia de la modalidad sensorial de la misma (Lane et al.,1997a; Reiman et al., 1997; Sander y Scheich,2001; Tabert et al., 2001).

Así mismo, aunque en algunos trabajos se sugiere la participación diferencial de cada amígdala en el procesamiento de estímulos con diferente carga emocional, no existe por el momento un consenso.

Lo que sí parece estar bastante claro es que la amígdala es necesaria para responder de un modo estereotipado y universal a los estímulos que engendran o señalan peligro, siendo su finalidad la de preparar al organismo de forma rápida para entrar en acción, sin necesidad de que éste deba realizar un procesamiento cognitivo complejo

AMIGDALA, CORTEZA PREFRONTAL Y ESPECIALIZACION HEMISFERICA
EN LA EXPERIENCIA Y EXPRESION CORPORAL
Distintos trabajos han tratado de mostrar cuáles son las estructuras cerebrales implicadas en la conducta emocional.
Clásicamente se entendía que la vida emocional dependía de las estructuras que formaban el sistema límbico, recibiendo una atención especial el hipotálamo y la amígdala.
En los últimos años también se ha visto que otras estructuras corticales se encuentran implicadas en la emoción, como es la corteza prefrontal.
Así mismo, los estudios realizados con pacientes con daño cerebral adquirido así como de neuroimagen funcional en sujetos normales, muestran que tanto la amígdala como la corteza prefrontal se encuentran implicadas en la conducta emocional de uno u otro modo.
En las siguientes secciones revisaremos las principales estructuras cerebrales, en concreto la amigdala y la corteza prefrontal, que se encuentran implicadas en la conducta emocional.
HIPOTALAMO Y LA CONDUCTA EMOCIONAL
El hipotálamo es una estructura que clásicamente se ha relacionado con la emoción.
Bard (1928) sustituye la propuesta de Cannon (1927) acerca del papel central que tenía el tálamo en la conducta emocional, proponiendo al hipotálamo como la principal estructura cerebral relacionada con la emoción.
La propuesta de Cannnon provenía de estudios que mostraban que la lesión del hipotálamo anterior en ratas provocaba reacciones parecidas a la ira, aunque se trataba de conductas desorganizadas y sin ir dirigidas a un objeto concreto (“falsa ira”).
Posteriormente se vio que la estimulación del hipotálamo posterior y de las regiones mesencefálicas adyacentes provocaba reacciones de ira y ataque, acompañadas de reacciones de tipo simpático como taquicardia, hipertensión, hiperpnea, secreción de adrenalina e inhibición de la motilidad intestinal, lo que dio lugar a pensar que el hipotálamo estaría implicado en el inicio de la respuesta de defensa (Hess,1957).
De las diferentes regiones citoarquitectónicas en las que se encuentra dividido el hipotálamo (periventricular, infundibular, lateral,medial y rostral o preóptica), el área que se ha relacionado con la conducta defensiva es el núcleo ventromedial del hipotálamo medial, el cual presenta abundantes conexiones con la sustancia gris central (LeDoux, 1987).
Sin embargo,algunos estudios han indicado que la regulación de las respuestas de tipo agresivo requiere también la participación del hipotálamo anterior, atribuyéndole a esta región un papel esencial en la expresión de la conducta de defensa afectiva (Fuchs, Edinger y Siegel, 1985a,1985b).

No obstante, la consideración de que el hipotálamo desempeña una función clave en el inicio de la respuesta de defensa ha sido cuestionada.

Así, en los trabajos de Bandler (1982) y Bandler y McCulloch (1984), por ejemplo, se observa que la inyección de glutamato en el cerebro medio provoca la aparición de la respuesta de defensa, mientras que la estimulación del hipotálamo mediante este agente neuroquímico no la provoca, lo que lleva a estos autores a sugerir que la respuesta de defensa se encuentra mediada por eferencias hacia la sustancia gris central provenientes de otras regiones distintas al hipotálamo, en concreto de la amígdala. Como veremos a continuación, es la amígdala y no el hipotálamo la estructura implicada en el inicio de la respuesta de defensa, mientras que el hipotálamo constituye la estructura responsable de los cambios vegetativos que acompañan a la emoción, pero no de su inicio.

viernes, 13 de abril de 2007

NUCLEOS DE LOS NERVIOS CRANEALES
CUARTO VENTRICULO Y CEREBELO
TRONCO DEL ENCEFALO
CEREBELO
TALAMO
NUCLEOS BASALES
VENTRICULOS DEL ENCEFALO
CIRCULACION DEL LIQUIDO CEREBRO ESPINAL
NERVIOS CRANEALES
CEREBRO: VISIONES LATERALES
CEREBRO : VISIONES MEDIALES
CEREBRO: VISION INFERIOR

jueves, 12 de abril de 2007

AMIGDALA CEREBRAL
Según el sitio que se estimule de la amígdala pueden lograrse reacciones de extremo amansamiento o agresividad defensiva.
Se incluyen, aumentadas, las mismas funciones que ya hemos visto: agresión, rabia, control de la actividad “autónoma” del neurovegetativo y del sistema endocrino.
Uno de los efectos de las lesiones amigdaloides es conocido con el nombre de síndrome de Kluver-Bucy, el cual se caracteriza por hipersexualidad, cambio en los hábitos dietéticos, disminución del miedo hacia los objetos o personas que antes lo producían, tendencia a explorar y a contactar oralmente objetos incomibles y agnosia visual.
Este síndrome se produce cuando se destruyen los sitios de la amígdala (complejo basolateral) que normalmente facilitan la expresión de tendencias agresivas, o cuando se eliminan los impulsos aferentes a esta región del lóbulo temporal inferior.
Es interesante saber que la excéresis quirúrgica de porciones de la amígdala en pacientes agresivos que presentan epilepsia del lóbulo temporal, produce una disminución general de la conducta explosiva, agresiva e hiperactiva.
La estimulación eléctrica en seres humanos provoca diferentes clases de sentimientos y estados de ánimo como alivio, relajación, desinterés, necesidad de ser por uno mismo y una sensación placentera.
A nivel del sistema autónomo refuerza el efecto parasimpático, lo cual se traduce por disminución de los movimientos respiratorios, micción y dilatación pupilar (midriasis).
Se sabe también que la amígdala modula la ingesta de alimentos y agua, funciones normalmente asociadas con el hipotálamo.
La porción medial facilita la ingesta, mientras que la basolateral la inhibe.
A nivel endócrino, está demostrada la abundante concentración de estrógenos en la amígdala, tanto que su estimulación medial puede producir ovulación, mientras que actuando sobre la porción basolateral se induce la secreción de hormona del crecimiento y ACTH (adrenocorticotrofina).
En consecuencia, los dos componentes anatómicos mayores de la amígdala parecen mantener una influencia diferencial sobre una variedad de funciones asociadas con el hipotálamo.

miércoles, 11 de abril de 2007

LA RISA FORMA FACIL DE PRESERVAR LA SALUD
Y AHUYENTAR LA ENFERMEDAD
GENERA ENDORFINAS Y AUMENTA LOS NIVELES DE CELULAS PROTECTORAS
Desde 1999 una asociación civil, de 300 integrantes, aplica risaterapia en hospitales
"La alegría es la mejor medicina",
los niños la practican 200 veces al día y los adultos 15 Los niños ríen alrededor de 200 veces al día, los adultos sólo entre 15 y 20, y no por incapacidad, sino por falta de ocasiones propicias, y sobre todo por exceso de problemas.
Pero no cabe duda de que la cuota debería aumentar, pues con cada risa se activan más de 400 músculos .
se aumenta la capacidad pulmonar .
se oxigenan los tejidos .
baja la presión sanguínea .
se alivia el estreñimiento .
se libera adrenalina .
se levanta la autoestima .
y se reducen el estrés y el miedo.
Por eso no es conveniente escatimar una sola risa, y mucho menos si son carcajadas. Además, no se necesita mucho
basta ser testigo de situaciones que diluyan las máscaras sociales. que pongan en ridículo a alguien, o inclusive a uno mismo. como ocurre en algunos chistes, ya sean de corte feminista o machista, de borrachos, de sexo; de lo que sea es bueno.
porque lo medular en un chiste es que haya una abrupta ruptura de una situación lógica mediante el efecto sorpresa.
Por eso no es de extrañar que si a algunas mujeres les preguntan .
¿en qué se parecen los perros a los hombres?, y se les da por respuesta "en que cuando te miran, parece que te entienden" .
o ¿por qué los hombres se ponen tan felices cuando terminan un rompecabezas en sólo tres meses?, "porque en la caja decía de 3 a 5 años", o bien ¿qué es un espermatozoide con maletín?: "el representante del cerebro del hombre", puedan reír o inclusive carcajearse. . Para otros es mucho más probable la hilaridad si los protagonistas de la historia son gallegos, como aquella en que
Venancio le dice a Manolo: "Oye, pásame otro champú", y Manolo responde, "pero si ahí en el baño hay uno". A lo que Venancio replica: "¡sí hombre, pero éste es para cabello seco y yo ya me lo he mojado!"; o aquel en que a un gallego le dijeron que su mujer lo engañaba con su mejor amigo, y entonces, enardecido, mató a su perro. Justamente han sido baterías de chistes como los anteriores las que se han utilizado en estudios científicos internacionales para determinar en qué zona del cerebro reside la capacidad de que estas narraciones nos hagan reír. Investigadores del Instituto de Neurología de Londres y de la Universidad de York, en Toronto, Canadá, realizaron una indagatoria (publicada en la revista Nature Neuroscience) acerca del sitio exacto del cerebro en el que un chiste o una situación se transforman en risas y carcajadas. La institución concluyó que es el córtex prefrontal medial (detrás de la frente) el área a la que hay que agradecer nuestro sentido del humor. Aunque algunos los consideren algo nimio, la risa y el sentido del humor han sido abordados por importantes pensadores, como Aristóteles, Sigmund Freud, Immanuel Kant, Thomas Hobbes, Friedrich Nietzsche y Oscar Wilde.
y hoy día, debido a los beneficios tanto físicos como sicológicos que según se ha comprobado reditúan, se utilizan en acciones curativas en lo que se conoce como risaterapia, ampliamente utilizada con enfermos.

Gratificante labor Andrés Aguilar, fundador y promotor de alegría de los Médicos de la Risa, organización civil sin fines de lucro que opera desde 1999 en el país, comentó a este diario que visitar niños hospitalizados y hacer gala del "arte de la nariz roja" es una actividad sumamente gratificante no sólo para el niño, sino también para los casi 300 galenos de la risa que colaboran en la asociación. LA ALEGRIA LA MEJOR MEDICINA En entrevista explicó que la "alegría es la mejor medicina", pues científicamente se ha comprobado que la risa genera endorfinas, el analgésico natural del cuerpo, y aumenta los niveles de células T, las cuales defienden al organismo del desarrollo de tumores y de infecciones virales. Por ello las visitas de esos galenos a los nosocomios del sector público "desdramatizan el ambiente" y contribuyen a la mejoría del menor. "A nosotros no nos es de relevancia si el niño sólo se machucó un dedo o está en fase terminal de alguna enfermedad, si tiene dinero o no; nos basta con promover la alegría en las personas que se encuentran en vulnerabilidad", sostuvo Aguilar, quien es comunicólogo y en 1996 se graduó en la universidad de payasos de Florida. Los Médicos de la Risa empezarán a visitar también asilos de ancianos en el DF y se extenderán su presencia a otros estados del país (ya la hay, aunque escasa, en Cancún y Monterrey, indicó, al subrayar que estos galenos no son necesariamente médicos, sino que hay de todo: "desde amas de casa hasta entretenedores profesionales y profesionistas de todos los colores y sabores, que como única paga a su acción voluntaria reciben la sonrisa de los niños, que aflora cuando el arte de la nariz roja llega en su ambulancha. No por nada el mes pasado visitaron a 2 mil 173 menores". BENEFICIOS DE LA RISA Según estudios del siquiatra estadunidense William Fry, cinco minutos de risa equivalen a 45 de ejercicio ligero, y lo que se conoce como morirse de la risa dista mucho de llevar a la tumba; por el contrario, proporciona un masaje vibratorio a todo el cuerpo, elimina toxinas y reduce los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol y la epinefrina, además de que favorece la agilidad mental, gracias a la descarga de dopamina, y genera un efecto calmante del hambre y la ansiedad debido a la estimulación de la serotonina. Ante estos beneficios los expertos consideran que son pequeñeces aspectos como que a más risa más arrugas, porque también los ceños fruncidos las originan, así que "más vale una arruga obtenida a fuerza de risa". Además, los estudios apuntan que "un rostro siempre alegre aparenta menos edad de la que se tiene debido a que las mejillas se relajan, pero sobre todo la vida se ve de forma más optimista. Entonces no cabe duda que bien vale correr el riesgo de las arrugas alrededor de los ojos, más aun cuando la industria cosmética ha elaborado productos que las atenúan". ENTRE MAS ESPONTANEA MEJOR Asimismo se sabe que, mientras más espontáneas son las risas, mejor efecto tienen. La risa es, "más que un estado de ánimo, una realidad bioquímica que genera respuestas tales como duplicar la rapidez del pulso, bajar la presión sanguínea, incrementar la concentración de colágeno, tonificar y relajar los músculos, mientras en el aspecto sicológico facilita la comunicación, pues obliga a estar en contacto con otras personas, y eleva la autoestima y la confianza en personas deprimidas". No por nada un hombre de la talla de Erasmo de Rotterdam afirmaba que "reírse de todo es propio de tontos, pero no reírse de nada lo es de estúpidos". Nietzsche aseveraba que "el poder intelectual de un hombre se mide por el humor que es capaz de utilizar", mientras Oscar Wilde sostenía que "la vida es demasiado importante para tomársela en serio".

martes, 10 de abril de 2007

El cerebro memoriza el primer amor
en estructuras especiales.
Un estudio de de la Universidad de Duke (EE.UU.), que publica la revista Neuron, concluye que los recuerdos emocionales de, por ejemplo, el primer amor, se recuerdan con especial resonancia porque en ellos se implican estructuras cerebrales diferentes a las de recuerdos normales.
El nuevo estudio proporciona evidencias claras de que el centro cerebral emocional de los seres humanos, la amígdala, interactúa con las regiones cerebrales relacionadas con la memoria durante la formación de los recuerdos emocionales, quizá para dar a estos recuerdos su indeleble resonancia emocional.
Los autores del nuevo trabajo consideran que sus conclusiones pueden contribuir a comprender el rol que juegan los mecanismos neuronales que subyacen en la formación de los recuerdos emocionales en el trastorno de estrés postraumático y la depresión.
En sus experimentos, los investigadores han logrado demostrar la llamada "hipótesis de la modulación", que sostiene que los centros emocional y de memoria del cerebro interactúan durante la formación de los recuerdos emocionales.
Memoria y emoción
Los investigadores han encontrado evidencias de que la interacción entre las regiones emocional y de la memoria en el cerebro se daba más sistemática y consistentemente durante la formación de las memorias emocionales, que durante la formación de las memorias neutrales.
En concreto, los investigadores han observado que las personas que muestran una mayor actividad codificadora en la región emocional del cerebro también registraba mayor actividad en las regiones de la memoria.
Según ellos, es posible que las regiones cerebrales que se activaron más por estímulos emocionales sean las implicadas en el procesamiento semántico del significado de las imágenes, mientras que aquellas que se activa más por estímulos neutrales reflejan el procesamiento perceptual.

UN GRAN MATERIAL EN NUESTRO CEREBRO

LAS NEURONAS ESPEJO

Recientemente, los científicos han hallado que dentro de nuestras cabezas existe un material que seguramente cambiará las teorías del pensamiento más avanzadas que se tenían hasta la fecha.

Ese material misterioso se denomina neuronas espejo, y son ellas las que nos permiten habilidades importantísimas. Por ejemplo, nos dan la posibilidad de intuir las intenciones de otros individuos, así como sentir el dolor de otros, literalmente hablando.

Al parecer, la primera noticia que se tuvo de estas neuronas fue en 1992 en Italia, cuando biólogos de la Universidad de Parma examinaban la masa encefálica de algunos macacos.

Los estudios sobre ellas fueron avanzando, hasta que los especialistas descubrieron que el simple hecho de planear algún movimiento o de observar como éste se lleva a cabo por alguien más, hace que las neuronas espejo se pongan en marcha siempre de la misma manera.

El cerebro humano cuenta también con neuronas espejo y ahora éstas comienzan a explicar muchos enigmas antes sin solución.

Por ejemplo, las neuronas espejo son las que nos permiten comprender las intenciones de otros individuos, lo que es una habilidad social esencial, porque también nos permiten predecir el comportamiento de otros antes de que ocurra.

En otras palabras, estas neuronas son las que nos permiten la interacción social, pues hacen corresponder lo que otros hacen y sienten, con lo que nosotros hacemos y sentimos.

No sólo observamos una acción, también experimentamos lo que sienten los demás al llevarla a cabo, y las neuronas espejo recrean en nosotros mismos la experiencia de los demás.

En términos más coloquiales, son ellas las que nos permiten “ponernos en los zapatos de los demás”, lo que es el fundamento nervioso de la empatía.

Y como te imaginarás, de esa empatía surge toda una gama de experiencias trascendentes para nuestra vida, como la amistad, el amor, la solidaridad, el compañerismo, etcétera.

Las investigaciones hechas indican que estas neuronas se encuentran conectadas con la región que regula las emociones en el cerebro, es decir, el sistema linfático.

Cuando las neuronas espejo de un individuo se ponen en marcha, debido a una situación refleja ocasionada por otro individuo, hacen surgir los sentimientos de empatía.

Actualmente se están realizando más estudios de estos fantásticos elementos que nos permiten convivir con los demás. Muy pronto te daremos más noticias sobre las neuronas espejo.

LAS NEURONAS ESPEJO
La empatía, una capacidad vital en las relaciones humanas, tanto profesional como personalmente, parece estar localizada en un tipo de neuronas cerebrales denominadas neuronas espejo.
Gracias a ellas, igual que sentimos al experimentar algo, podemos saber qué emociones invaden al prójimo cuando le observamos en acción e incluso nos permite adelantarnos a las reacciones que tendrán los demás.
ENDORFINAS Y EFECTO PLACEBO
El solo acto de pensar en que una medicina aliviará el dolor percibido es suficiente para que el cerebro emita sus propios analgésicos naturales, contribuyendo a mitigar las sensaciones dolorosas, según las conclusiones de una investigación.
(Las imágenes muestran la actividad cerebral, arriba con la experimentación del dolor, y abajo con el efecto placebo en marcha.) (Foto: UMHS) Pulse para ampliar El estudio, de la Universidad de Michigan, proporciona la primera prueba directa de que las moléculas cerebrales propias que mitigan el dolor, llamadas endorfinas, participan en el fenómeno conocido como efecto placebo.
Estudios previos en esa universidad y en otros centros, ya demostraron que el cerebro reacciona físicamente cuando una persona recibe un falso tratamiento contra el dolor, que cree le ayudará.
Pero el nuevo estudio es el primero en precisar un mecanismo específico de la química cerebral para el efecto placebo. Puede ayudar a explicar por qué tantas personas dicen mejorar con terapias sin beneficio físico real, y a conducir hacia un mejor uso de la terapia cognitiva o psicológica para personas con dolor crónico.
Los autores pudieron ver que el sistema de endorfinas se activa en áreas cerebrales vinculadas al dolor, y esa actividad aumenta cuando a alguien se le indica que recibe una medicina para aliviar la sensación dolorosa, declarando, efectivamente, sentir menos dolor.
Los descubrimientos se basan en sofisticados escaneos cerebrales de 14 hombres jóvenes sanos que consintieron que los investigadores inyectasen en sus músculos mandibulares una solución salina concentrada que causa dolor. La inyección era administrada mientras escudriñaban su cerebro con un escáner de tomografía por emisión de positrones (PET). Durante el examen, se les dijo que recibirían una medicina (en realidad un placebo) que podría aliviarles.
Cada 15 segundos durante el examen, debían evaluar la intensidad del dolor en una escala de 0 a 100. Los investigadores correlacionaron los promedios de los participantes con sus imágenes PET, lo que reveló la actividad de las endorfinas naturales analgésicas del cerebro.
Los individuos, al creer que recibían un analgésico, lograron tolerar una cantidad mayor de la solución salina concentrada que bajo condiciones normales.