De la intensidad y la duración del ejercicio:
en ejercicio breve e intenso los hidratos de carbono pasan a ser el combustible predominante y por el contrario, a medida que la intensidad se reduce y aumenta su duración las grasas se convierten en la fuente principal de combustible, sin embargo aunque éstas últimas constituyen un combustible fundamental durante los esfuerzos prolongados, los hidratos de carbono continúan siendo importantes especialmente durante el comienzo o la etapa inicial de la prueba y durante la "levantada" que en la llegada se requiere en algunos deportes.
De las características de la dieta:
el tipo de alimentos que comemos determina de qué combustible (hidratos de carbono o grasas) dispondremos en mayor o menor medida durante el ejercicio.
En un estudio se observó que quienes llevaban una dieta mixta (constituida en un 55 % por hidratos de carbono, 15 % por proteínas y 30 % de grasas) durante varios días, lograban correr durante 2 horas antes que se iniciara el agotamiento.
Sin embargo, luego de varios días de una dieta rica en grasas y baja en hidratos, el combustible preferido durante el ejercicio fue la grasa y en éstos sujetos el agotamiento se iniciaba a los 85 minutos (35 minutos antes). Con una dieta rica en hidratos el tiempo de resistencia previo al agotamiento fue de 4 horas.
La glucosa representa la forma "utilizable" básica de los hidratos en el cuerpo, casi todos los hidratos ingeridos se convierten en glucosa antes de ser utilizados, parte de esta glucosa se almacena en el músculo formando el glucógeno muscular.
La reducción de estos depósitos parece desempeñar un rol importante en el agotamiento muscular y aumentar la susceptibilidad a las lesiones; también se pueden efectuar manipulaciones dietéticas (dietas ricas en hidratos) que tienen el potencial de afectar positivamente a la performance física por ejemplo postergándola aparición de la fatiga.
GRASAS
En el caso de las grasas, su forma "utilizable" son los ácidos grasos libres, su aumento inducido mediante la dieta aumentaría la resistencia gracias a un proceso de "ahorro de glucógeno", a pesar de esto no son recomendables las dietas altas en grasa ya que una dieta hipergrasa se asocia con un mayor desarrollo de Obesidad y enfermedades cardiovasculares (hipercolesterolemia, hipertensión, hipertrigliceridemia...) y, por otro lado, consumidas antes de una competencia podrían perjudicar por malestar gastrointestinal (por su mayor lentitud para digerirse).
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